En México, la palabra “chamba” es ampliamente conocida como sinónimo de trabajo o empleo, pero su historia tiene raíces interesantes que remontan a la década de 1940, durante el programa de braceros. En aquella época, los trabajadores mexicanos que laboraban en Estados Unidos acudían al Chamber of Commerce (Cámara de Comercio) para renovar sus permisos. De manera coloquial, comenzaron a referirse a este proceso como “ir a la chamba” o “chambear”.
Aunque esta versión es la más popular, algunos lingüistas apuntan a un origen más antiguo, ya que la palabra se utiliza no solo en México, sino también en Centroamérica, Ecuador, Venezuela y Colombia. La Real Academia Española reconoce el término como válido para referirse a cualquier tipo de trabajo u ocupación en estos países.
La evolución de “chamba” refleja no solo la influencia cultural entre idiomas, sino también el ingenio popular que adapta palabras extranjeras a contextos locales.