Una joven madre, enfrentando una difícil situación económica y la falta de respaldo familiar, tomó la dolorosa decisión de entregar a su hija recién nacida a la Procuraduría General de la Nación (PGN) en la Delegación de Chiquimula. Consciente de su imposibilidad para brindarle las condiciones necesarias para su bienestar, la mujer contactó voluntariamente al número de emergencia de la institución, expresando su determinación de ceder la custodia de su bebé.
Tras recibir el llamado, el personal de la PGN acudió al centro asistencial donde la madre había dado a luz, brindándole acompañamiento durante todo el proceso y asegurando que la entrega se realizara con el debido respeto y cuidado. Además, se gestionó la inscripción de la menor, garantizando así su derecho a la identidad desde sus primeras horas de vida.
Para salvaguardar la seguridad y el bienestar de la recién nacida, se solicitaron medidas de protección ante el Juzgado de Paz Penal, con el fin de que la menor sea trasladada a un hogar de protección y abrigo, donde podrá recibir la atención y el cuidado adecuados.
Por otro lado, la PGN también tomó medidas para ofrecer apoyo a la madre, gestionando su posible integración al Programa del Consejo Nacional de Adopciones, el cual brinda acompañamiento a mujeres en situaciones de vulnerabilidad, ayudándolas a recibir orientación y asistencia ante decisiones tan complejas como la adopción o la crianza de sus hijos en condiciones seguras.
Este caso pone de manifiesto la difícil realidad que enfrentan muchas mujeres en condiciones de pobreza y sin redes de apoyo, lo que las lleva a tomar decisiones extremas en busca de un mejor futuro para sus hijos. La labor de las instituciones encargadas de velar por la niñez y la protección de las madres en situación de riesgo es fundamental para garantizar el bienestar de las familias más vulnerables.