El uso de minas terrestres por parte del crimen organizado sigue dejando víctimas mortales en el país, particularmente en los estados de Michoacán y Jalisco. En un lamentable suceso, Ramón Paz Salinas, un profesor de 68 años, perdió la vida al dirigirse a una telesecundaria en la región de Tierra Caliente, Michoacán, para impartir clases a comunidades marginadas.
El incidente ocurrió en la comunidad de Las Bateas, Apatzingán, cuando el docente conducía su camioneta Nissan NP-300. Una de las llantas del vehículo activó el detonador de una mina artesanal colocada en el camino, provocando una fuerte explosión que envolvió el automóvil en llamas.
El cuerpo del profesor fue encontrado calcinado a varios metros del vehículo, y el área fue acordonada por elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Guardia Civil para descartar la presencia de más explosivos. Tras asegurar el sitio, la Fiscalía Regional de Justicia realizó el levantamiento del cuerpo e inició la investigación correspondiente.
Clamor por justicia
Familiares, alumnos y la comunidad de Apatzingán exigieron que la muerte del maestro no quede impune. Reconocido por su compromiso con la educación, Ramón Paz era admirado por su valentía al enseñar en zonas peligrosas y por su dedicación a la juventud.
Este trágico caso no es aislado. Pobladores de la región han denunciado previamente la presencia de minas explosivas en la zona, con reportes recientes de otro incidente similar que dejó dos personas fallecidas el pasado fin de semana.