El primer día de la presidencia de Donald Trump marcó también el inicio de las deportaciones bajo su nueva administración. Martín Escareño Díaz, originario de Zacatecas, México, se convirtió en el primer migrante expulsado tras intentar ingresar a Estados Unidos de manera irregular.
Escareño Díaz fue detenido en la garita peatonal de San Ysidro al presentar un documento falso. Las autoridades estadounidenses identificaron la irregularidad y procedieron a su arresto, permaneciendo bajo custodia durante 24 horas antes de ser deportado a Tijuana la mañana del mismo día.
El migrante declaró que su intención de cruzar era encontrar mejores oportunidades de trabajo para su familia, pero su intento quedó frustrado por el refuerzo en las medidas de control migratorio que ya comenzaban a aplicarse desde el inicio del mandato de Trump.
Este caso refleja el endurecimiento de las políticas migratorias anunciadas por la nueva administración, las cuales generaron preocupación entre la comunidad migrante y los defensores de derechos humanos.
Las autoridades mexicanas continúan monitoreando los flujos migratorios en la frontera para asistir a sus ciudadanos que regresan tras ser deportados.