Durante la reciente Jornada Nacional de Búsqueda humanitaria, integrantes del colectivo “Desaparecidos Querétaro” realizaron un nuevo hallazgo de restos óseos, presuntamente humanos, en una zona cerril ubicada en inmediaciones del boulevard de la Nación, dentro de la colonia Sergio Villaseñor, en el municipio de Querétaro. Este descubrimiento se dio tras una denuncia anónima y se suma a los esfuerzos realizados a nivel nacional en más de 70 ciudades del país.
El hallazgo tuvo lugar en el mismo punto donde, en agosto de 2024, el colectivo había encontrado una osamenta humana. Esta vez, los restos fueron localizados bajo un cactus, ocultos entre piedras, y aparentemente corresponden a la misma persona hallada previamente, aunque todavía falta localizar la cabeza, lo que según el colectivo agrava las evidencias de omisión en las investigaciones forenses por parte de las autoridades.
Yadira González, vocera del colectivo, explicó que los restos estaban en una fosa clandestina ya intervenida, lo que genera preocupación sobre la calidad del trabajo forense realizado por las instituciones correspondientes. “Ya no les vamos a dejar trabajar solos, porque si no están bajo la vigilancia de las familias, hacen cochinadas con el trabajo y tratan mal a nuestros familiares”, declaró, en un fuerte reclamo hacia las autoridades.
Desde temprana hora, madres y padres buscadores comenzaron a escarbar nuevamente en el área. En una excavación de poca profundidad lograron identificar diversas piezas óseas, entre ellas un diente, costillas, vértebras, falanges y otros huesos que podrían pertenecer al mismo cuerpo hallado anteriormente. El sitio fue asegurado por elementos de la Policía de Investigación del Delito (PID) de la Fiscalía General del Estado de Querétaro, quienes procedieron con el levantamiento de los restos y el resguardo de la zona para su procesamiento.
El colectivo exigió nuevamente que el trabajo forense se realice con transparencia, respeto y presencia de las familias, señalando que no confían en los procedimientos realizados sin supervisión ciudadana. Para ellos, cada jornada de búsqueda es una lucha por la memoria, la verdad y la justicia.