Con miras al Cónclave que dará inicio el próximo 7 de mayo, bomberos del Vaticano han instalado ya la tradicional chimenea en el techo de la Capilla Sixtina, un paso simbólico e imprescindible en el proceso para elegir al nuevo Sumo Pontífice de la Iglesia Católica.
Este conducto especial será el encargado de emitir el característico humo que comunicará al mundo entero el resultado de las votaciones realizadas por los cardenales reunidos en sesión cerrada. El humo negro indicará que aún no hay consenso, mientras que el esperado humo blanco anunciará que la Iglesia tiene un nuevo Papa.
La ceremonia del Cónclave, que solo se convoca cuando la Sede Apostólica queda vacante, es uno de los eventos más solemnes y emblemáticos del Vaticano. La atención internacional ya se centra en Roma, en donde se espera que durante los días siguientes al inicio del proceso, se desarrollen varias rondas de votación hasta alcanzar los votos necesarios para la elección.
Mientras tanto, la Capilla Sixtina —famosa no solo por su importancia religiosa, sino también por su valor artístico— se encuentra ya acondicionada para albergar este histórico acontecimiento. Se espera que miles de fieles y medios de comunicación de todo el mundo estén atentos a cada señal que surja de esta emblemática chimenea.