Cada año, la ciudad de Querétaro se llena de color y encanto con la llegada de la temporada de jacarandás, cuyos vibrantes tonos morados tiñen calles, avenidas y parques, convirtiéndose en un espectáculo natural que enamora a locales y visitantes.
Estos árboles, originarios de Sudamérica pero ampliamente adaptados al clima mexicano, florecen durante la primavera y ofrecen postales inigualables que invitan a caminar, fotografiar o simplemente detenerse a admirar su belleza.
Desde Paseo 5 de Febrero hasta las plazas del Centro Histórico, Querétaro se transforma en un escenario lleno de vida y color, recordándonos lo afortunados que somos de vivir en una ciudad que también florece.