Una desgarradora tragedia sacudió la noche del domingo a la comunidad de San José Iturbide, Guanajuato, luego de que un incendio arrasara las instalaciones del centro de rehabilitación “Volver a Vivir 24hrs A.C.”, dejando un saldo de 12 jóvenes fallecidos y tres más gravemente heridos.
El siniestro ocurrió poco antes de la medianoche en el inmueble ubicado sobre el Libramiento Norte, esquina con avenida Olmos, en la colonia Loma de Buenavista. Las primeras unidades de emergencia —entre ellas cuerpos de bomberos, policía municipal, Cruz Roja y Fuerzas de Seguridad Pública del Estado— se movilizaron rápidamente al lugar, brindando atención inmediata y trasladando a tres personas con quemaduras a hospitales cercanos.
Sin embargo, lo más estremecedor fue lo que encontraron los rescatistas al ingresar: los cuerpos sin vida de 12 internos apilados junto a una reja de metal, lo que reveló que estaban encerrados en el sótano al momento del incendio y no pudieron escapar de las llamas.
De forma preliminar y extraoficial, se ha informado que los jóvenes estaban bajo llave, lo que impidió su evacuación. Esta situación ha generado una profunda indignación y consternación entre la población.
La Fiscalía General del Estado de Guanajuato (FGEG) tomó control del sitio desde los primeros minutos de la madrugada, asegurando la zona para iniciar las investigaciones correspondientes. En un comunicado oficial, la dependencia informó que los cuerpos fueron trasladados al Servicio Médico Forense (SEMEFO) para realizar las necropsias e identificar a las víctimas.
Además, se continúa con el procesamiento del inmueble, entrevistas a testigos, y análisis estructurales, con el objetivo de esclarecer la causa exacta del incendio y deslindar responsabilidades.
Este lamentable hecho ha encendido nuevamente el debate sobre la regulación, supervisión y condiciones de los anexos o centros de rehabilitación en el país, muchos de los cuales operan en situaciones precarias o incluso al margen de la ley.