Una nueva polémica envuelve al estado de Guerrero tras la difusión de imágenes de una boda entre dos menores de edad, celebrada este fin de semana en la comunidad indígena Ñuu Savi de San Pedro Cuitlapan, municipio de Tlacoachistlahuaca, ubicado en la región de la Costa Chica.
Los protagonistas del enlace son un niño de 13 años y una niña de 14, cuya ceremonia fue llevada a cabo bajo las costumbres locales. En las imágenes que circularon en redes sociales, se observa a la joven pareja vestida de manera tradicional, con los trajes cubiertos de billetes, como parte de una práctica simbólica para contribuir a su futura «luna de miel».
San Pedro Cuitlapan es una comunidad mayoritariamente indígena, con poco más de mil 300 habitantes, de los cuales más del 94% se identifica como parte de un grupo originario. Aunque estos matrimonios suelen tener un carácter cultural y comunitario, organizaciones de derechos humanos y autoridades estatales han advertido de los riesgos que implican para los menores.
Cabe recordar que en 2022 el Congreso de Guerrero reformó el Código Penal estatal para prohibir expresamente los matrimonios infantiles, una medida que buscaba erradicar una práctica persistente en diversas regiones del estado. A pesar de esta legislación, los matrimonios entre menores siguen ocurriendo, en muchos casos bajo el amparo de usos y costumbres de pueblos indígenas.
Expertos en derechos de la infancia han señalado que estas uniones vulneran los derechos fundamentales de los menores, y han exhortado al Estado mexicano a garantizar la protección efectiva de niñas y niños, especialmente en comunidades rurales e indígenas donde la vigilancia institucional es limitada.
La ceremonia en San Pedro Cuitlapan ha generado un fuerte debate social y jurídico sobre la tensión entre los derechos de los pueblos originarios y la protección de los menores de edad.