La espera continúa. La tarde de este miércoles, el cielo sobre la Plaza de San Pedro se tiñó simbólicamente de incertidumbre cuando, a las 17:46 horas (tiempo de Roma), el humo negro emergió de la chimenea de la Capilla Sixtina, señal de que los cardenales aún no han logrado un consenso para elegir al nuevo Papa.
La jornada marcó el inicio del cónclave que busca designar al sucesor de Jorge Mario Bergoglio, el Papa Francisco, cuya reciente muerte dejó vacante la sede de San Pedro. Tras el cierre de puertas de la Capilla Sixtina, los 133 cardenales electores —la mayoría nombrados por el propio Francisco— iniciaron las deliberaciones. Sin embargo, ninguno de los candidatos alcanzó los 89 votos necesarios (las dos terceras partes requeridas) para convertirse en Pontífice.
El humo negro es parte de una tradición centenaria en el Vaticano. Durante cada ronda de votación, las papeletas son quemadas en una estufa especial dentro de la Capilla Sixtina. Si no se alcanza la mayoría requerida, se añade una mezcla de productos químicos que provocan una densa humareda negra, la cual comunica al mundo que aún no hay decisión. Solo cuando se elige al nuevo Papa, se queman las papeletas sin aditivos, generando el esperado humo blanco que anuncia el fin del cónclave.
Los cardenales permanecerán esta noche en la residencia de Santa Marta, completamente incomunicados. Mañana jueves se reanudarán las votaciones con la esperanza de lograr el consenso necesario. Las reglas del cónclave permiten dos votaciones por la mañana y dos por la tarde, hasta alcanzar una decisión.
Este cónclave se perfila como uno de los más inciertos de las últimas décadas. No hay un claro favorito, y el perfil del futuro Papa sigue en el aire: ¿será un reformista en línea con el legado de Francisco, o un giro hacia un liderazgo más tradicional?
Mientras tanto, millones de fieles alrededor del mundo mantienen la mirada en la pequeña chimenea del Vaticano, esperando el momento en que el humo blanco anuncie la llegada del nuevo líder de más de 1,400 millones de católicos.